Logística

La logística del frío a prueba: ¿cómo combinar datos y rendimiento?

12 May 2025 por Edina GÁLFI

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En el marco del SITL 2025, profesionales del transporte y de la gestión de datos se reunieron en una conferencia dedicada a la integración de la inteligencia artificial (IA) y el protocolo eFTI (Electronic Freight Transport Information). La conferencia fue organizada por IN GROUP, expertos en datos logísticos, y contó con la participación de agentes públicos y privados implicados en la digitalización del transporte.

Juntos hicieron un balance claro de la situación: la transición digital del sector ya no es una opción. Es urgente, estratégica y, sobre todo, de aplicación desigual.

Esta conferencia puso de relieve tanto los retos como las oportunidades de una digitalización estructurada e inteligente del transporte de mercancías.

Del papel a los datos: (por fin) el cambio estratégico hacia la IA y la eFTI en el transporte

El transporte está experimentando una transformación tan discreta como fundamental: el paso de los documentos en papel a los datos digitales estructurados. En SITL 2025, la conferencia dedicada a la integración de la inteligencia artificial (IA) y el protocolo eFTI (Electronic Freight Transport Information) ofreció una visión de esta revolución silenciosa pero inevitable. Una transición que está dando un vuelco a las prácticas, ampliando la brecha entre los actores del sector y, sobre todo, abriendo perspectivas de rendimiento para aquellos que decidan comprometerse plenamente con ella.

Una brecha creciente entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas

Esta fue la observación inicial de la conferencia, y está clara: los grandes grupos logísticos avanzan rápidamente en la digitalización de sus procesos, mientras que a las pequeñas y medianas empresas aún les cuesta superar el primer obstáculo. Esta brecha digital no es sólo tecnológica, sino también organizativa y cultural.

Muchas empresas muy pequeñas aún no han equipado a sus conductores con smartphones profesionales. Otras son reacias a instalar aplicaciones en los teléfonos personales de sus equipos, por falta de acuerdos de RRHH o de políticas internas adecuadas. Por encima de todo, las limitaciones del día a día – cumplir los plazos, hacer frente a los imprevistos, gestionar los costes – a menudo tienen prioridad sobre los proyectos de transformación, que son cruciales a largo plazo.

Pero, ¿podemos seguir permitiéndonos aplazar la fecha límite? La digitalización del transporte ya no es un lujo, sino un requisito estratégico. El auge de la IA, la proliferación de requisitos normativos y las cambiantes expectativas de los clientes están obligando a una revisión completa de los métodos operativos.une révision complète des modes de fonctionnement.

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eFTI: más que una norma, un nuevo lenguaje logístico

El protocolo eFTI, apoyado por la Unión Europea, pretende digitalizar y armonizar el intercambio de documentos en el transporte de mercancías. En concreto, se trata de desmaterializar las cartas de porte (CMR), documentos aduaneros, albaranes, certificados, etc., en un formato legible por todos los sistemas de información logística, ya sean públicos o privados.

Pero su aplicación plantea una serie de interrogantes:

  • ¿Cómo garantizar la fiabilidad de los datos recogidos?
  • ¿Quién es responsable de su actualización?
  • ¿Qué herramientas deben utilizarse para garantizar su cumplimiento?
  • Y, sobre todo, ¿cómo integrar esta norma sin perturbar las operaciones cotidianas?

La realidad actual está aún muy lejos de estas ambiciones. Una parte importante de los intercambios logísticos sigue basándose en documentos en papel, faxes o correos electrónicos no estructurados. Esto es una aberración en un momento en que los flujos deben ser sincrónicos, compartidos en tiempo real e interoperables.

Sin datos fiables, no puede haber inteligencia artificial. Sin estructuración digital, no puede haber gestión eficaz. Por tanto, la eFTI no debe verse como una obligación burocrática, sino como una base esencial para hacer que la cadena de suministro sea más fluida, más predictiva y más transparente.

La IA no sustituirá a nadie… pero lo transformará todo

La conferencia dejó claro que la inteligencia artificial no pretende sustituir a los actores humanos de la cadena de suministro. Por el contrario, transformará profundamente sus métodos de trabajo, su capacidad de anticipación y su papel en la gestión del rendimiento.

Veamos algunos ejemplos concretos de aplicaciones:

  • Análisis predictivo de los retrasos utilizando el historial del tráfico, las condiciones meteorológicas y la naturaleza de las mercancías.
  • Reducción del kilometraje en vacío mediante el cruce de datos de flujo disponibles en tiempo real.
  • Facturación automatizada gracias al reconocimiento inteligente de albaranes.
  • Ayuda a la toma de decisiones en tiempo real, mediante la identificación de anomalías antes de que se conviertan en incidentes logísticos.

Pero para que estas herramientas funcionen, necesitan tener acceso a datos estructurados, fiables y actualizados. La IA sólo puede «aprender» de lo que se le da para analizar. Y si la información inicial está fragmentada, mal calificada o capturada manualmente, la inteligencia sigue siendo… muy artificial.

Identidad digital, trazabilidad, conformidad: los verdaderos retos

Lo que este cambio revela es un profundo cambio de paradigma. El transporte ya no consiste únicamente en «mover mercancías», sino en orquestar flujos de información sincronizados con los flujos físicos.

En el sector de la logística del frío, este cambio adquiere todo su alcance. La gestión de mercancías sensibles al calor exige un nuevo nivel de trazabilidad y fiabilidad de la información. La identidad digital de los actores implicados (expedidores, transportistas, destinatarios) se está convirtiendo en un componente esencial del proceso: autentificar quién ha transportado qué, cuándo, cómo y en qué condiciones se está convirtiendo en un requisito esencial de clientes y reguladores. La era de los documentos sellados a mano y las transmisiones en papel está desapareciendo, en favor de un sistema digital transparente y seguro.

En este contexto, la trazabilidad se vuelve aún más refinada y precisa. Ya no se trata sólo de saber si un paquete ha sido entregado, sino también de conocer todo su recorrido: condiciones de transporte, variaciones de temperatura, cambios de modo de transporte o incluso cualquier tiempo de espera que pudiera comprometer la calidad del producto. Para los productos sensibles, como los alimentos refrigerados, los productos farmacéuticos o las materias peligrosas, toda variación de temperatura debe ser registrada, auditable y en tiempo real. Esto no sólo garantiza la seguridad del producto, sino que también aumenta la confianza de los clientes y las autoridades reguladoras.

En este contexto, es necesario capturar y notificar varios tipos de datos críticos: la temperatura de los productos, la apertura y cierre de puertas en rollos o contenedores aislados, cualquier interrupción en la cadena de frío, y los tiempos de inactividad y cambios de emplazamientos logísticos.

Para cumplir estos requisitos, Olivo trabaja en colaboración con varios fabricantes de registradores de datos, ofreciendo soluciones adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente. Ya se trate de sensores de temperatura integrados, registradores de datos autónomos o dispositivos conectados para realizar un seguimiento de las aperturas de puertas, podemos integrar tecnologías que cumplan las especificaciones exactas de cada proyecto.

Más allá de la logística propiamente dicha, esta evolución se inscribe también en un marco de cumplimiento reglamentario reforzado. Las normas que regulan la seguridad alimentaria, el transporte de productos farmacéuticos y materiales peligrosos, así como las exigencias sociales europeas, obligan a controlar estrictamente las condiciones de transporte. Al centralizar los datos y ofrecer una mayor visibilidad a lo largo de la cadena de suministro, la eFTI se está convirtiendo en una palanca clave para hacer frente a estos retos. Pero esta mayor visibilidad exige también un mayor rigor en la gestión de los datos y la trazabilidad de la información.

Por tanto, la integración de la eFTI en la logística del frío no es sólo una cuestión de cumplimiento administrativo, sino una oportunidad real para garantizar altos estándares de calidad, optimizar costes y prepararse para un futuro en el que la fiabilidad de la información y la transparencia de los procesos serán criterios decisivos para seguir siendo competitivos en este sector en rápida evolución.

PYME: ¿cómo hacer la transición?

La transición del papel a los datos suele considerarse una montaña que escalar para las pequeñas organizaciones. Sin embargo, hay varias formas prácticas de hacerlo:

1. Empezar poco a poco, pero empezar ya

En lugar de intentar digitalizarlo todo de golpe, es mejor elegir un ámbito de aplicación limitado (por ejemplo, desmaterializar las cartas de porte) y luego ampliar gradualmente el campo de aplicación. El éxito radica en la progresividad.

2. Elegir herramientas adaptadas a las realidades sobre el terreno

Hoy en día existen aplicaciones sencillas y poco costosas diseñadas para las PYME. Lo importante es elegir herramientas interoperables que puedan crecer con la empresa.

3. Implicar a los equipos desde el principio

La digitalización no se decreta: hay que vivirla. Por tanto, hay que formar, explicar, probar y, sobre todo, implicar al personal operativo para evitar el rechazo. Una herramienta sólo es eficaz si se utiliza.

4. Conseguir apoyo

Estructuras como Bpifrance, organizaciones profesionales y determinados socios tecnológicos pueden apoyar el cambio: diagnósticos, formación, financiación, coaching digital… los recursos existen, pero hay que movilizarlos.

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Hacia una logística más inteligente… y más responsable

En definitiva, la adopción de la eFTI y la IA en el sector del transporte no consiste únicamente en «modernizar» los procesos. Tiene una ambición más amplia: construir un sistema logístico más ágil, más fluido y más respetuoso con sus interlocutores y el medio ambiente.

Menos documentos para imprimir significa menos papel desperdiciado. Menos errores humanos significan mayor fiabilidad. Una mejor anticipación significa menos retrasos, menos kilómetros innecesarios y menos estrés para sus equipos.

Sin embargo, esta transición hacia una logística más digitalizada y automatizada plantea una cuestión crucial: ¿qué pasa con la huella de carbono de la infraestructura que hay que construir para hacer funcionar el sistema? Aunque las herramientas digitales y la IA pueden reducir el uso de recursos materiales como el papel y los vehículos, su implantación requiere infraestructuras digitales robustas. La gestión de datos en tiempo real, su almacenamiento en centros de datos o el despliegue de soluciones de inteligencia artificial dependen de equipos que consumen mucha energía, lo que a su vez genera una huella de carbono.

Por tanto, es esencial tener en cuenta estos aspectos a la hora de planificar la transición digital. Aunque la digitalización y la inteligencia artificial pueden contribuir a aumentar la eficiencia, deben ir acompañadas de estrategias para limitar el impacto medioambiental global. Esto puede implicar el uso de centros de datos alimentados por energías renovables, la reducción del consumo energético de los sistemas o la aplicación de soluciones logísticas más ecológicas y optimizadas.

Transformar una limitación en una ventaja estratégica

Sí, el cambio digital es complejo. Sí, requiere esfuerzo. Pero también ofrece un inmenso potencial de simplificación, optimización y diferenciación.

Las empresas que sepan hacer la transición del papel a los datos -con método, con ambición y con sus equipos- serán las que salgan ganando en los próximos años.

Porque, a fin de cuentas, los datos logísticos no son sólo una herramienta… son una palanca competitiva.

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